No sería exagerado llamar a esta joya de la arquitectura comercial de la Belle Époque, uno de los mejores y más icónicos edificios de oficinas históricos de Berlín. Lo que hace que no sorprenda que varias embajadas - las de Chile y Liechtenstein - la hayan convertido en su sede. El aspecto más llamativo de la magnífica fachada son sus grandes ventanales, que casi alcanzan la altura de suelo a techo, y que llenan las oficinas de luz natural. La propiedad fue remodelada entre 1998 y 2002.
Los inquilinos también se benefician de otra característica distintiva además de la gran arquitectura, y es la ubicación del edificio: prácticamente al lado de Gendarmenmarkt con su impresionante conjunto de Schauspielhaus, Französischer Dom y Deutscher Dom. A esto hay que añadir los cercanos bulevares de la calle Friedrichstrasse y Unter den Linden. En resumen: una ubicación privilegiada en el centro de Berlín Este.
La zona alrededor de Gendarmenmarkt es tan popular entre la población local como entre los visitantes. Mientras que los turistas tienden a disfrutar de muchos lugares de interés, los residentes locales aprovechan los centros comerciales de primera categoría, la amplia gama de restaurantes y, el ambiente acogedor y burgués de la zona.
Dos líneas de metro y varias de autobús paran en las inmediaciones que conectan la propiedad con la red de transporte público. Un corto trayecto le llevará a Alexanderplatz, a la estación central o al distrito gubernamental. No hay nada más céntrico.